1. Introducción
La globalización exige hoy día que las empresas modernas
sean competitivas y para ello requieren de un eficiente sistema de telecomunicaciones,
ya que en mayor o menor grado manejan algún tipo de red local, amplia
o metropolitana. Redes que por supuesto deben correr a través de
un sistema de cableado.
Todavía
a principios de ésta década las instalaciones de cableado
crecían desordenadamente, las empresas aumentaban sus nodos y usuarios,
provocando saturaciones de las ducto-escalerillas de cableado, sin una
estructura para la administración y sin una visión de conjunto,
ya que cada departamento o unidad de negocio debía de resolver sus
problemas de red, con la consabida pérdida de tiempo y dinero.
Originalmente,
el desmembramiento del Sistema Bell en 1984, y la posterior liberalización
de los sistemas de telecomunicaciones en países como Canadá,
Inglaterra, Australia, y algunos países de Europa y Asia, respecto
de la libertad de elección ,causó más confusión
de la anticipada. Había que optar por UTP, STP, coaxial, twinax,
fibra óptica; optar por conectores: jacks y plug, twinax, RS 232,
449, db9, db15, etc. Simplemente había demasiadas opciones.
Por ello
se hizo evidente el desarrollo de un standard para la instalación
del cableado de comunicaciones, método que se designó como
cableado estructurado.
La más
definida de esas normas es un documento conjunto de la Asociación
de la Industria electrónica y la Asociación de las telecomunicaciones
denominada EIA/TIA-568 aprobada por ANSI en julio de 1991. La versión
internacional de esta norma es la ISO/IEC-11801.